En este artículo viajero te cuento las impresiones que tuvimos de Estambul y sus habitantes después de pasar un día debido a una conexión de vuelos. Para info concreta de qué lugares visitar en Estambul en un día es aquí.
Para empezar, tenés que saber que Estambul es la ciudad más poblada de Turquía, pero no es su capital, es Ankara. La religión que prima es la musulmana y tiene la cualidad de ser una de las pocas ciudades del mundo que se sitúan entre Europa y Asia. Un día en Estambul fue suficiente para enamorarnos 😍.
El Bósforo es el estrecho que separa la parte europea de la asiática; y el tan nombrado Cuerno de Oro es un estuario que separa la zona antigua de la ciudad, de la moderna.
Después de haber pasado unas horas en uno de los aeropuertos de Estambul, el Aeropuerto Internacional Atatürk, teníamos la impresión de que “los turcos” eran muy serios y antipáticos.
Esta idea se transformó totalmente en su contraria después de unas horas por la ciudad. Hoy en día nos preguntamos si será casualidad que en unas pocas horas nos cruzamos con personas tan amables o si así son la mayoría de los estambulenses.

Tres salvadores se cruzaron en nuestro camino
Apenas salimos del hotel nos dirigimos hacia Sultanahmet, uno de los barrios más turísticos de Estambul… o eso intentamos.
En un momento ya no sabíamos hacia dónde caminar, así que decidimos entrar a un local a preguntar. El hombre no hablaba inglés (ni mucho menos español) ni nosotros turco, pero mediante señas nos entendimos y nos indicó hacia dónde estaba nuestra estación. Generaba mucha incertidumbre ver carteles y no tener ninguna idea sobre lo que decían.
Una vez que llegamos a la estación “Sağmalcılar”, no entendíamos cómo ni dónde comprar los boletos. Después de muchas vueltas le preguntamos a una mujer que hablaba inglés cómo debíamos hacer; se ofreció a pasarnos su tarjeta pero no quiso aceptar nuestro dinero a pesar de nuestra insistencia. Nos dijo que era un placer que estemos visitando su país, que esperaba que nos guste y regresemos en otra oportunidad. Quedamos totalmente conmovidos por su calidez y amabilidad.
Cuando ya estábamos en el subte con mapa en mano y debatiendo dónde bajarnos, un chico (de alrededor de 16 años) se acercó y nos preguntó si necesitábamos ayuda (también en inglés). Como debíamos bajar en la misma parada que él, nos dijo que lo siguiéramos y que nos indicaría hacia dónde ir y cómo comprar los boletos para la vuelta.
Lo seguimos y llegamos hasta la máquina para comprar los boletos, pero no pudimos porque necesitábamos cambio. Entonces, un nuevo salvador llegó a nuestras vidas y nos dijo que él se encargaría de conseguirlo. Iba con nuestro billete caminando rápido por las veredas céntricas de Estambul y nosotros detrás. Entraba a un negocio, salía, entraba al de al lado y así hasta que consiguió y volvimos a la máquina a comprarlos.
Tres personas que en unas pocas horas nos ayudaron desinteresadamente por iniciativa propia. Nuestros prejuicios se habían derribado instantáneamente.
Además de la amabilidad de su gente, de la ciudad también nos sorprendió el lío de tránsito que había y la manera de manejar de los dos conductores con los que anduvimos. Una manera muy… ¿cómo decirlo?… una manera sin mucho cuidado 😅.
Sin duda, expertos en ventas
También experimentamos con un vendedor turco muy muy insistente. Nos invitó en la calle a entrar a su local sin lugar a un “no” como respuesta, por lo tanto, entramos.
Nos empezó a mostrar pashminas de seda de todos los colores posibles, mientras nos hablaba en un español bastante claro. Nosotros las miramos y dijimos “qué bonitas”, pero empezamos a intentar irnos, lo cual fue muy difícil…
Hasta que por fin decidimos irnos por más que seguía hablándonos. Nos siguió hasta la calle diciendo que para ellos el último cliente del día era muy importante y que para tener suerte debían cerrar el día con una venta, pero nuestro presupuesto no nos permitió hacerle honor a sus tradiciones.

Una instantánea de Estambul en un día
Nos pareció una ciudad muy linda, con gente más que interesante. Si andás por Estambul aunque sea un sólo día no podés irte sin conocer dos íconos: la Mezquita Azul o Mezquita del Sultán Ahmed, construida en el siglo XVII, cuya característica distintiva es que tiene seis alminares (esas torres que tienen todas las mezquitas); y la Hagia Sophia, inaugurada en el año 537, una mezquita que anteriormente fue basílica y hoy en día un museo.
Ambas construcciones dan testimonio de la densa historia que atesora esta ciudad. Con decirte que fue capital de cuatro imperios, ¡imaginate!
Para un día en Estambul me parece que este tour de 7 horas es adecuado ya que incluye un paseo en barco y visitas a los lugares más significativos.
También el Gran Bazar es un lugar destacado que muestra la esencia de la cultura de su pueblo. Es un mercado enorme, con decenas de patios, miles de personas e infinidad de objetos.
Por último, te recomendamos un sitio para probar la comida del lugar llamado “Pasha restaurant”. Entramos sin referencias pero salimos muy satisfechos por sus platos y amabilidad de quienes nos atendieron.
Hay muuucho por recorrer en esta impactante ciudad: museos, mezquitas, palacios, bazares, puentes emblemáticos, entre otros. Un día en Estambul es poco, pero suficiente para fascinarte y querer volver 🤩.

¡Y dos años después volvimos! Si querés leer sobre nuestra segunda visita te invito a leer el siguiente artículo: Gastronomía de Turquía: imposible escapar
¿Conocés Estambul? ¿Qué opinión tenés de su gente? ¡Contanos!
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