En nuestro viaje en auto por el norte argentino salimos desde Córdoba y llegamos hasta Humahuaca, Jujuy. En este artículo viajero te contamos el recorrido que hicimos y te sugerimos qué hacer en Jujuy.
Si querés más información, te recomiendo el artículo Recorriendo el norte argentino en auto (primera parte) donde nos enfocamos en Salta y Tucumán, y te comentamos cómo distribuimos los días en cada ciudad. Aquí sólo encontrarás info sobre qué hacer en la provincia de Jujuy.
Jujuy nos sedujo con cada color reflejado en sus cerros, su variedad de paisajes, sus plazas decoradas con artesanías locales y con el entusiasmo con que la gente preserva su cultura. En base a la experiencia que tuve recorriendo los sitios turísticos de la provincia te sugeriré qué hacer en Jujuy.
Si bien el Cerro de los siete colores (Purmamarca) es el ícono de Jujuy, igualmente bellos son los menos conocidos Paleta del Pintor (Maimará) y la serranía El Hornocal (a 25km de Humahuaca). ¡Merecen que los conozcas!
Elegimos Tilcara para alojarnos y recorrer el resto de los lugares desde aquí. Mucha gente opta por alojarse en San Salvador de Jujuy para recorrer los alrededores. Una ventaja es que en San Salvador hay varias excursiones que podés elegir si ya te cansaste de manejar o no querés conducir a tanta altura😬. >>Clic aquí para ver la Excursión a Purmamarca y Salinas Grandes desde San Salvador<<
Nos alojamos en Hostería La estación, ¡un lugar para repetir! Alquilamos una habitación doble con baño privado. La habitación era muy bonita, con una decoración rústica, los espacios limpios, un desayuno delicioso y anfitrionas muy amables. ¿Qué más se puede pedir?
Qué hacer en Jujuy
Ahora sí, te cuento el recorrido que hicimos por Jujuy y los lugares turísticos que te recomiendo visitar.
Llegar hasta Humahuaca y el Cerro de los 14 colores
Partimos desde Humahuaca hacia el Cerro de los catorce colores, tal como lo habíamos encontrado nombrado en internet. Una vez en el lugar, nos enteramos que se llama El Hornocal y que el lugar desde donde se aprecian las mejores vistas lo llaman Mirador de los catorce colores, a una altura de 4350 msnm.
Si bien la distancia desde el centro de la ciudad es de unos 25km aproximadamente, es un camino de ripio, en parte con precipicio, que sumado a los síntomas que la altura nos provocó se transformó en un camino bastante largo. Pero al ver esas impactantes formas y colores nos dimos cuenta que valía la pena.
En la entrada del camino, una mujer nos cobró una contribución general, por vehículo. Cuando salimos ya no estaba, pero igual se podía ingresar. Recomendamos calcular el tiempo para poder hacer la vuelta con la luz del día.

Desde el mirador hay un camino de tierra por el que se puede bajar caminando y ver El Hornocal desde cerca. ¡Ojo!, acordate que vas a tener que subir después 😅.
Volvimos a Humahuaca a la nochecita, y caminando por sus calles adoquinadas llegamos a la Plaza Dr. Ernesto Padilla, donde había grupos de diferentes edades tomando mate y charlando en un ambiente muy cálido.
La municipalidad, la iglesia, el correo y el Monumento a los Héroes de la Independencia rodean la plaza.
Otro interesante lugar para visitar desde Humahuaca es Inca Cueva y Quebrada de las Señoritas.
Conocer Tilcara y tomar una visita guiada por el Pucará
Lo más conmovedor fue el recorrido por el Pucará de Tilcara, acompañados por el relato de Cecilia, una de las guías. De casualidad coincidimos con el horario de una visita guiada y fue muy enriquecedor, duró aproximadamente 45 minutos.
En la entrada hay un jardín botánico de cactus y una sala con videos e información pensada para quienes no pueden recorrer caminando el Pucará.
El Pucará es una fortaleza construida en la cima de un cerro, donde habitaban pueblos originarios. Hay partes donde las ruinas fueron reconstruidas y se pueden ver las viviendas parecidas a lo que eran en sus orígenes, y otras, donde están solamente las bases de las pircas sin intervenciones.

Cecilia nos contó, con mucho entusiasmo, cómo la cultura de los pueblos originarios se conserva, a pesar de que fue transformándose con la influencia del imperio incaico y de los españoles.
Una de las tradiciones que conservan es el agradecimiento a la Pachamama o Madre tierra. Realizan una ceremonia íntima en familia en la que cocinan y dan de comer a la Pachamama. La preparación de la comida se hace con compromiso y varias horas de dedicación. La ceremonia puede ser en cualquier día de agosto, pero se acostumbra que las familias más antiguas (por ejemplo, los abuelos) la hagan los primeros días del mes.

El centro de Tilcara es pequeño, pero con variedad de bares y restaurantes para elegir, y la plaza alberga puestos con artesanías y productos regionales. Fue muy lindo caminar por estas callecitas.
Frenar en Maimará y descubrir sus colores y su curioso cementerio
En Maimará, la Paleta del pintor y el Cementerio Nuestra Señora del Carmen son los dos atractivos que nos obligaron a detenernos. Ambos se pueden ver desde la ruta, pero recomendamos dedicarles unos minutos.

La Paleta del pintor es un peculiar cerro multicolor que hace honor a su nombre y decora el fondo del pueblo.
El cementerio está ubicado sobre unas lomas y cuenta con sepulturas muy llamativas y antiguas, y otras de hace sólo unos años. Según nos dijeron, la ubicación en altura se debe a la búsqueda de cercanía con el sol, deidad de la mitología inca.
En lo alto de la loma hay un enorme cactus desde donde se aprecian hermosas vistas. Fue uno de los lugares más cautivadores y que nos hizo pensar acerca de la variedad de costumbres que se despliegan sobre el territorio de nuestro país, y que desconocemos.
El pueblo, a un lado el cementerio y la Paleta del pintor de fondo es una postal que nunca olvidaremos.

Pasar al menos un día en Purmamarca y ver el Cerro de los 7 colores
Otro de los lugares impactantes que conocimos de Jujuy es Purmamarca. Ya sobre la ruta, antes de ingresar, el cerro de los Siete Colores se puede apreciar en su máximo esplendor. Muchos viajeros frenan en este punto a tomar fotografías, ¡es que es irresistible!

Las vistas más lindas del cerro se tienen desde la ruta y desde el mirador que está dentro del pueblo. Nosotros subimos al mirador cerca de las 17 pm y la vista no fue tan buena porque el cerro empezaba a cubrirse de sombra; aconsejo subir más temprano.
Además, no podés irte de Purmamarca sin recorrer El Paseo de los Colorados. Es un camino de tierra que empieza bordeando el cerro y se extiende entre llamativas montañas de distintas formas y colores, sobre todo rojizo.
Puede hacerse en auto, pero si es posible, se recomienda caminarlo. Los paisajes que ofrece son increíbles, de esos que no se captan en las fotos.

Es un pueblo muy cálido con la mayoría de sus callecitas de tierra y su plaza rodeada de puestos con tejidos y productos regionales. Si vas en auto, deberás dejarlo estacionado en los alrededores.
Atravesar la cuesta de Lipán y conocer las Salinas grandes, por Jujuy
Nosotros ingresamos al salar por el lado de Jujuy, pero se extiende también por territorio salteño.
Cuando llegamos al parador, nos explicaron que para poder ingresar al salar debíamos contratar un guía para que nos acompañe en nuestro auto.
Nuestro acompañante fue Santiago, quien nos iba contando sobre el origen de las salinas y los modos de extracción de sal. También nos indicaba las distintas paradas donde frenar y bajarnos para tomarnos una buena foto. Algunos de los lugares donde paramos fue en los piletones de cristalización y en los llamados ojos del salar, que son vertientes dentro de las salinas.

Fue una experiencia única caminar por ese manto blanco y por momentos no ver otra cosa más que sal. También fue muy peculiar cuando vimos los ojos del salar cortando con esa uniformidad.
Para llegar atravesamos la Cuesta de Lipán, un famoso tramo de la Ruta Nacional 52 que va haciendo zigzag mientras toma altura (mucho zigzag y mucha altura), alcanzando los 4170 msnm. Realmente increíble tanto las salinas, como el camino para llegar.

Descansar en Yala y las Termas de Reyes
En nuestro camino de regreso descansamos de la ruta en un pequeño pueblo llamado Yala, cerca de San Salvador. Lo elegimos para evitar entrar en el caos de tráfico que implica una ciudad más grande, y fue una decisión acertada.
Nos hospedamos en un hermoso hostel atendido por sus dueños. Casa Kinka tiene espacios comunes amplios y cuidadosamente decorados, además, habitaciones muy cómodas. Tenemos pendiente pasar más tiempo en este lugar agradable 🙂.

A la mañana siguiente, aceptamos la recomendación de los dueños de Casa Kinka y aprovechamos la cercanía con Termas de Reyes para relajarnos en sus aguas termales. Pasamos algunas horas en el Complejo Turístico Termas de Reyes, un espacio familiar con precios accesibles.
Muy cerca se encuentra el famoso Hotel Spa Termas de Reyes, para quienes busquen más comodidad y estén dispuestos a pagar un precio más alto.
Después de las aguas termales, continuamos nuestro viaje de regreso a casa.
Recorrer Jujuy fue hermoso: las ciudades y el trayecto entre ellas ofrecen magníficos paisajes a cada tramo. ¡Y pensar que sólo recorrimos una pequeña parte! Sin dudas, tenemos que volver y conocer el resto de la provincia.
¿Qué opinás de nuestro recorrido por Jujuy? ¿Qué otro sitio sugerís agregar para nuestras recomendaciones de qué hacer en Jujuy?
Si estás por hacer un viaje completo por Argentina, no te pierdas Una Colonia Suiza escondida en la Patagonia argentina.
Hola, no especificaron cuantos dias destinaron para cada lugar. Podrían detallármelo, se agradece
Hola 🙂
La distribución de los días está en este artículo https://deviajesyotrosdemonios.com/viajar-auto-norte-argentino/
¡Saludos!